El fin de una época o el comienzo del fin. Como quiera tomarlo, éste dia marcó a fuego la memoria histórica del país. Ya sea de una u otra vereda, muy pocos chilenos que vivimos aquel tiempo podemos dejar de revisitar los recuerdos de ese dia. Y para los pocos que tenemos consciencia de esos recuerdos la pregunta salta a la vista: "¿Donde se quedó enredada la alegría?".
En 1983 tienen lugar las primeras protestas sociales organizadas por la oposición política contra la dictadura militar.
Las restricciones a los derechos políticos y sindicales, las reiteradas violaciones a los derechos humanos y una aguda crisis económica, fueron los detonantes para que durante ese año miles de personas se lanzaran a las calles, a pesar del toque de queda. Sòlo en agosto de 1983, 26 personas perdieron la vida en dos días de protestas.
El rechazo masivo al régimen militar incluyó a sectores de clase media y acomodada. Esto alentó a los opositores a formar un bloque unitario, por encima de sus diferencias ideológicas. La acción concertada de los partidos de izquierda y el centro político obliga finalmente a Augusto Pinochet a llamar a un plebiscito en octubre de 1988. El militar estaba convencido de que ganaría ampliamente, como ocurrió en el año 1980.
En la consulta, los ciudadanos chilenos debìan aprobar o rechazar al candidato ùnico propuesto por el Gobierno de facto.
Si bien los propios jefes militares plantearon inicialmente la conveniencia de llevar un abanderado civil, asesores de gobierno convencieron al general Pinochet que éste ganaría fácilmente si era candidato ùnico, dado que la mejoría en el nivel de vida de la población garantizaba el triunfo del SI en las urnas.
Entonces, Pinochet es designado por los comandantes en jefe de las FFAA y carabineros como el candidato único que representará al gobierno militar en la consulta ciudadana para decidir la permanencia o no del régimen.
Comienzan las campaña políticas del oficialismo y la oposición, con la fuerza para ganar los votos necesarios. Cuando se cierran las inscripciones, un mes antes de la consulta, hay más de siete millones de chilenos inscritos en los Registros Electorales, lo que equivalía al 92% del universo de votantes.
Este hecho genera lecturas contradictorias en cada bando. El gobierno estima que el aumento de electores es resultado de la movilización social contra el régimen. La Concertación teme la existencia de una doble inscripción masiva de adeptos al gobierno.
Los rumores que circulaban en los días previos al plebiscito alimentan la teoría de un fraude. La retención de cédulas de identidad a personas los días previos y el apagón del 4 de octubre contribuyeron a avalar la tesis de un plebiscito amañado.
Sin embargo, lo màs significativo de todo èste proceso fuè la franja televisiva transmitida entre el 5 de septiembre y 1º de octubre de 1988. El espacio político tuvo una altísima sintonía, contrariando los pronósticos del gobierno.
Cargada de color y alegría, la franja de la Concertación de Partidos por el NO hace una clara apuesta por el cambio. El slogan "La Alegría ya Viene" y la campaña que ofrece un mensaje coherente, atractivo, alegre y esperanzador son consideradas entonces un acierto. Según diversos analistas, ésta resulta decisiva ya que interpela a los jóvenes y a esa franja de chilenos indecisos y temerosos del futuro.
La campaña del NO cerró con "La Marcha por la Alegría" que recorrió todo el país y culminó el 1º de octubre con una multitudinaria jornada en Santiago. Durante diez días se realizaron más de 50 concentraciones en todo Chile.
En cambio, la propuesta del SI fue claramente inferior por su contenido y formato. Los creativos que asesoraron al gobierno apostaron por una estrategia que había dado resultado: comparar un presente donde reinaban la paz y el orden con un pasado caótico. Era una campaña del terror que exageró tanto los contrastes que fue criticada incluso en el mismo gobierno.
El general Pinochet pidió entonces la ayuda de dirigentes oficialistas con un perfil destacado, como Joaquín Lavín y Jovino Novoa. Pese a ello, la campaña no logró revertir las tendencias.
Los partidarios del SI realizaron multitudinarias caravanas de automóviles en Santiago y otras ciudades para cerrar la campaña.
En Londres,se filtra la información de que los altos mandos militares evaluaban suspender el referéndum. Èsto encendió luces de alarma en Santiago y Washington. El gobierno norteamericano salió al paso de estas versiones y pidió a Pinochet garantías de que el proceso se llevaría a cabo sin irregularidades, no se manipularían las cifras y se respetaría el resultado final. El régimen accedió a esta solicitud, a través de una nota oficial. Los dados ya estaban echados en la madrugada del 5 de octubre.
Con una papeleta de voto y un lápiz en la mano como única arma la mayorìa de los chilenos dijeron NO a la continuación del gobierno militar èse 5 de octubre de 1988. Fue el principio del fin de un sistema político que se caracterizó por las continuas violaciones a los derechos humanos, la pérdida de los derechos civiles y el aislamiento internacional.
Ya avanzada la madrugada del 6 de octubre, el gobierno reconoció a regañadientes el triunfo del NO. Pinochet se retira de La Moneda cabizbajo mientras miles de chilenos salen a las calles a celebrar.
Como titulò el desaparecido periòdico ´Fortín Mapocho´ ese 06 de octubre “Corriò solo y llegò segundo”.
Las restricciones a los derechos políticos y sindicales, las reiteradas violaciones a los derechos humanos y una aguda crisis económica, fueron los detonantes para que durante ese año miles de personas se lanzaran a las calles, a pesar del toque de queda. Sòlo en agosto de 1983, 26 personas perdieron la vida en dos días de protestas.
El rechazo masivo al régimen militar incluyó a sectores de clase media y acomodada. Esto alentó a los opositores a formar un bloque unitario, por encima de sus diferencias ideológicas. La acción concertada de los partidos de izquierda y el centro político obliga finalmente a Augusto Pinochet a llamar a un plebiscito en octubre de 1988. El militar estaba convencido de que ganaría ampliamente, como ocurrió en el año 1980.
En la consulta, los ciudadanos chilenos debìan aprobar o rechazar al candidato ùnico propuesto por el Gobierno de facto.
Si bien los propios jefes militares plantearon inicialmente la conveniencia de llevar un abanderado civil, asesores de gobierno convencieron al general Pinochet que éste ganaría fácilmente si era candidato ùnico, dado que la mejoría en el nivel de vida de la población garantizaba el triunfo del SI en las urnas.
Entonces, Pinochet es designado por los comandantes en jefe de las FFAA y carabineros como el candidato único que representará al gobierno militar en la consulta ciudadana para decidir la permanencia o no del régimen.
Comienzan las campaña políticas del oficialismo y la oposición, con la fuerza para ganar los votos necesarios. Cuando se cierran las inscripciones, un mes antes de la consulta, hay más de siete millones de chilenos inscritos en los Registros Electorales, lo que equivalía al 92% del universo de votantes.
Este hecho genera lecturas contradictorias en cada bando. El gobierno estima que el aumento de electores es resultado de la movilización social contra el régimen. La Concertación teme la existencia de una doble inscripción masiva de adeptos al gobierno.
Los rumores que circulaban en los días previos al plebiscito alimentan la teoría de un fraude. La retención de cédulas de identidad a personas los días previos y el apagón del 4 de octubre contribuyeron a avalar la tesis de un plebiscito amañado.
Sin embargo, lo màs significativo de todo èste proceso fuè la franja televisiva transmitida entre el 5 de septiembre y 1º de octubre de 1988. El espacio político tuvo una altísima sintonía, contrariando los pronósticos del gobierno.
Cargada de color y alegría, la franja de la Concertación de Partidos por el NO hace una clara apuesta por el cambio. El slogan "La Alegría ya Viene" y la campaña que ofrece un mensaje coherente, atractivo, alegre y esperanzador son consideradas entonces un acierto. Según diversos analistas, ésta resulta decisiva ya que interpela a los jóvenes y a esa franja de chilenos indecisos y temerosos del futuro.
La campaña del NO cerró con "La Marcha por la Alegría" que recorrió todo el país y culminó el 1º de octubre con una multitudinaria jornada en Santiago. Durante diez días se realizaron más de 50 concentraciones en todo Chile.
En cambio, la propuesta del SI fue claramente inferior por su contenido y formato. Los creativos que asesoraron al gobierno apostaron por una estrategia que había dado resultado: comparar un presente donde reinaban la paz y el orden con un pasado caótico. Era una campaña del terror que exageró tanto los contrastes que fue criticada incluso en el mismo gobierno.
El general Pinochet pidió entonces la ayuda de dirigentes oficialistas con un perfil destacado, como Joaquín Lavín y Jovino Novoa. Pese a ello, la campaña no logró revertir las tendencias.
Los partidarios del SI realizaron multitudinarias caravanas de automóviles en Santiago y otras ciudades para cerrar la campaña.
En Londres,se filtra la información de que los altos mandos militares evaluaban suspender el referéndum. Èsto encendió luces de alarma en Santiago y Washington. El gobierno norteamericano salió al paso de estas versiones y pidió a Pinochet garantías de que el proceso se llevaría a cabo sin irregularidades, no se manipularían las cifras y se respetaría el resultado final. El régimen accedió a esta solicitud, a través de una nota oficial. Los dados ya estaban echados en la madrugada del 5 de octubre.
Con una papeleta de voto y un lápiz en la mano como única arma la mayorìa de los chilenos dijeron NO a la continuación del gobierno militar èse 5 de octubre de 1988. Fue el principio del fin de un sistema político que se caracterizó por las continuas violaciones a los derechos humanos, la pérdida de los derechos civiles y el aislamiento internacional.
Ya avanzada la madrugada del 6 de octubre, el gobierno reconoció a regañadientes el triunfo del NO. Pinochet se retira de La Moneda cabizbajo mientras miles de chilenos salen a las calles a celebrar.
Como titulò el desaparecido periòdico ´Fortín Mapocho´ ese 06 de octubre “Corriò solo y llegò segundo”.
Y ustedes... ¿Que recuerdos tienen de ese 5 de octubre?.
Texto editado con información del sitio de TVN